
Hoy mis sueños son muy raros. Siempre tuve imágenes que me llevaron a despertares, pero hoy son sólo muy raros. Desde muy pequeño tengo un problema que se va acrecentando con el tiempo. Solamente me acuerdo del último, de ése, que me desvela completamente.
Ahora estoy despierto pero cuando me recueste seguro que no duraré más de tres horas y cuarto, en la misma posición. Será un salto del colchón, un abrir de pestañas desesperante, tan desesperante, que durará solo dos segundos. Y a la mañana siguiente, una mano tocará mi hombro y me salvará de las garras de algún humano. Nunca conozco a aquellos que me acosan. La verdad, una vez recuerdo haberme cruzado con José. Un joven de ropajes anchos y de gorra para un costado, que supuse que se llamaba así. Estaba con algunos desconocidos en la parte trasera de un edificio con una patineta en la mano. Por suerte, yo viajaba en el colectivo. Pero sé muy bien que él me pudo ver. Sus gestos supongo que fueron los mismos que los míos, o al menos, parecidos.
Algunos dicen que tengo pesadillas, pero no siento que las tenga. De niño las sufrí bastante pero según una señora que me hacía dibujar, en un papel de madera, se debía a la separación de mis padres. Pero como puede explicarse que con mis dos padres fallecidos siga sufriendo por su separación, si hasta los acomode perfectamente en la chacarita. Para que uno no se olvide del otro.
Ya saben bastante acerca de mi vida…ahora solo les pregunto: ¿cómo se puede explicar un sueño en donde cada día, noche, una persona diferente me viene a despertar?Lo peor de todo, no es eso. Ya que todos lo hacen de la misma manera, con una suave caricia sobre el hombro. Lo peor, de mi vida, de mis sueños, es que cada vez que me despierto… me pongo a escribir.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario