Quiero ser el hombre encantado, y cuando me encante por algo, jugarme la vida por obtenerlo.
Quiero ser el hombre encantado, y que sin rodeos, vos también te encantes, y que juntos salgamos a pasear por el campo.
Quiero ser TÚ hombre encantado, y que me encantes desde hoy hasta siempre.
Y que parte de nuestro encanto sea veneno, para que ambos agonicemos en un lecho. Seamos encantados y seamos pócimas para el otro, así salimos del letargo, así entramos al infierno.
Quiero caminar, volar, pensar como alguien encantado, y que por lo menos una vez al día encuentre la cura en tu veneno.
Y que nuevamente como cada segundo, solo me importe ser el hombre encantado porque encantarme, me encantan muchas cosas, pero personifico perfectamente a la mujer encantada…
en vos.